Ya nadie usa la palabra delicadeza, los hay que no tienen la más mínima idea de a qué se refiere.
Pero por delicadeza, por no herir los sentimientos de alguien, se es dulce, generoso, compasivo y amable.
Por delicadeza se perdonan los defectos, los fallos, las mentiras.
Por delicadeza se miente, para no decir una verdad desagradable, que a nadie interesa.
Por delicadeza se instala el silencio en nuestras vidas, buscando la armonía.
Por delicadeza se cierra el alma, espantada, ante la abrupta erupción de groserías sin sentido.
Por delicadeza vuelve uno la espalda cuando de hablar de más se trata.
Por delicadeza se trata a la persona amada como a la rosa , la única rosa, la más preciada rosa del universo. LA ROSA.
Por delicadeza.