Había una vez un hombre que vivía muy enamorado de su mujer, pero un día, para poder discutir con ella en plan odioso,sobre la cuenta del teléfono, colgó su amor en un perchero dentro del closet y se enzarzó en una agria discusión que duró parte de la noche. Sin acordarse que había dejado a su amor encerrado, se acostó a dormir.
Cuando abrió la puerta del closet en la mañana para buscar su ropa ,descubrió que el amor seguía allí colgado.
Muerto.
Trató de revivirlo por todos los medios, miraba a su mujer buscando en su rostro aquello que lo había enamorado, pero sus labios ya no parecían bellos, su mirada le resultaba ajena, la conversación intrascendente y vana, su risa, altisonante, el olor de su cuerpo, desagradable.
Se lanzó en busca de las fotos antiguas de la boda pero no entendía cómo pudo querer a esa muchacha ni de dónde habían salido esos ojos de enamorado con que él la miraba en las fotografías.
Mientras pasaban los días y no podía recuperar su amor se fué olvidando de qué era lo que buscaba hasta que dejó de tratar y se olvidó que ya no amaba.
Se resignó a una existencia compartida con alguien que le resultaba completamente ajeno, sin apenas darse cuenta.
Y sólo a veces, cuando abría el closet en la mañana, se quedaba mirando con ojos ciegos al montón de ropa colgada, tratando de recordar que había ido a buscar . Entonces reaccionaba, asustado y agarraba una camisa.
Con el paso del tiempo las discusiones se volvieron cada vez peores y un Sábado por la mañana, su mujer lo abandonó.
El hombre quedó solo y un día, igual a otro cualquiera, se olvidó que existía y murió.
Sin su amor.
Probablemente no leas este comentario, pero estoy releyendo tus post atrasados y me doy cuenta de que al ser nueva en esto, no te conocían lo suficiente, porque es impensable que no haya ningun comentario sobre este escrito. Es real como la vida misma.
Pero para eso te tengo a tí, mi niña, para que no dejes pasar lo que escribí al olvido y bucear hasta profundidades que nadie ha llegado, jaja, un beso muy grande, te quiero un montón