Desde que empecé a escribir este blog, unos días atras, he pasado por varias etapas, todas traumáticas: en primer lugar casi no podía dormir de contenta y me inundaban todo tipo de preocupaciones sobre lo que iba a escribir, el segundo día casi choco con mi taxi porque me había pasado la mañana manejando, pero escribiendo con la mente, totalmente distraída. Al tercer día me dí cuenta que en mi lucha por aprender a manejar el blog, como poner y quitar secciones, habia alcanzado el punto de frustación por lo que cambié el tema y las cosas mejoraron ligeramente; a esas alturas ya había creado dos categorías más y la mente se me deslizaba frenética de una a otra a ver que es lo que iba a poner. En ese momento ya leía todos los días el blog de mi prima, que está maravilloso: http://milibreria.wordpress.com y el del taxista español, que me parece buenisimo, amén del de regina, la librera .Sin contar las frecuentes visitas al blog a ver cuánta gente había entrado.
Pero hoy se salieron las cosas de curso completamente, entré en el blog de Yoani Sanchez, Generacion Y, al cual ya había entrado, ocasionalmente, antes, y entré en unos 20 o 25 blogs más.
Y me dí cuenta, repentinamente, que de tanto que había leido , quería escribir de todo a la vez y no podía escribir de nada.
Y entonces, en ese mismo momento, me volvió el alma al cuerpo, porque yo no puedo ser mas que lo soy ni escribir más que lo que sé.
Y recordé cuántas veces he pensado, mirando el cielo, en lo insignificante de mi propia vida comparada con el universo, comparada con nuestro sistema solar, con nuestro planeta, con nuestra región del planeta, con nuestro país, nuestra ciudad, nuestro barrio y hasta el complejo de apartamentos donde vivo.
Porque no soy más que nada.
Pero lo soy todo para mí.
Y porque yo existo en mi pequeño mundo suceden cosas todos los días, buenas y malas, y se acumulan los amores y se aprende, y se ama.
Qué importa que nadie me conozca, qué importa que mi vida sea menos que un suspiro a nivel mundial o a nivel del inmenso universo de los blogs de internet, porque, por sobre todas las cosas, escribo porque me encanta lo que escribo, sin falsas modestias de ningun tipo.
Y aunque en lo recondito de mi corazoncito de escritora haya un diablillo soñando con famas, yo, esta gordita cubana de 48 años , seguiré escribiendo, aunque nadie me lea, porque me encanta escribir.
Y es todo. Como dirían los rusos: KONIEC.