A veces te miro y te miro
y no puedo pronunciar tu nombre
como si la angustia
esa puta
fuera nombre de mujer.
Poemitas
Esperanza.
Deben de estar asombrados de que escriba tan seguido, pero es que hoy, en una oficina de búsqueda de trabajo, durante una espera que duró casi dos horas, con una hoja en la mano, una mesa en la que escribir y una pluma, escribí este poemita y dibujé (sin terminar) una matica que me inventé. Aquí se los dejo, a los dos:
Y así
con los ojos cerrados
esperas que todo cambie
que tu vida fuera otra
otra vida
otra persona
otro futuro
y que cuando abras los ojos
una luz alegre te ciegue
como cuando al mundo
se le cae la noche.
Decidí titularlo Esperanza.
Y aquí, la prueba del delito:
Con su fiereza.
Parece
mi niña
que han vuelto los tiempos
de usar la armadura
cuidar los brazos las piernas
toser despacito
para no expulsar el alma
y rodearnos de suaves algodones
el corazón.
Parece
mi niña
que es hora de cerrar los ojos
un instante
para no ver
como intentan caer sobre nosotras
las paredes del mundo
con su fiereza.
El interés que han mostrado por mí, mis queridas amigas de incontestable belleza, me ha sacado lágrimas y me ha sacado, por decirlo asi, un poemita que tenía encajado en el alma y no lograba salir, el post de Lammermoor, le puso ya la tapa al pomo y no pude resistir el volver a escribir en éste pedacito de blog, que tantas y tantas alegrías me ha dado. En los últimos tiempos estuve aplastada por el cansancio y desde hace unos 20 días casi paré de trabajar, entregué el taxi temporalmente, entre otras cosas, porque no podía manejar con un sospechoso dolor en el costado, que al parecer, aún está sin confirmar, puede ser una piedrecita en el rinón. El mismo día que fuimos a entregar el taxi, Yuli me seguía en el carro de uso que tenemos y faltando unos metros para llegar sufrió un aparatoso choque que casi destroza el carro por completo, pero que la dejó a ella practicamente intacta, por suerte.
Así que aquí me tienen, en casa, sin dinero, sin carro. No sé que me duele más, si el carro o el riñón, pero con algunos libros de la biblioteca y otros que me han mandado ustedes, blogueras de mi vida, internet, mi mamá , que es un pilar en mi existencia, mi amiga Isabel, que es y sigue siendo mi ángel,ayudándome también a salir de éste hoyo, mi Yuli y ustedes, saldremos adelante, una vez más, porque a fin de cuentas, sobrevivientes somos, de mil batallas. Y con tanta riqueza en amores, ¿qué más da que el mundo se me caiga?