Esto de mudarse tiene su cosa, yo, que viví durante unos 40 años en la misma casa, desde que entré en la espiral de irme de Cuba no paro, estando aún allá vendí mi casa para poder tener el dinero para irme, a partir de ahí, de dónde partí ya con algunos muebles menos y libros, que vendí o regalé con anterioridad, viví en casa de un familiar, previo pago de alquiler, luego en un palomar (por el abundante espacio) de un amigo, previo pago de reducido alquiler y finalmente en casa de mi prima Ade, sin pago de nada.. a lo largo de ese camino perdí, regalé, abandoné o vendí toda mi casa y me quedé reducida a una mochila , con la cual me fuí del país.

Y si tenemos en cuenta que antes ya había perdido tantísimo en el incendio que se desató en la azotea de mi casa, dónde me había construído un paraíso personal.. es un verdadero milagro que quedara algo aún para mudar.

Con esa misma mochila llegué aquí y recibí de regalo , de uso, una cama, sofás y mesitas, muebles, cosas de cocina, adornos, sábanas, almohadas y hasta un monitor de computadora.. de todo y ahora, después de 3 mudanzas más , me encuentro conque ya tengo que trasladar casi una casa entera  .. pero ésta vez sin libros que me acompañen…

Cada vez que me mudo quiero instalar todo el mismo día, para sentir que pertenezco al nuevo lugar, para encontrar lo que lo hará cómodamente  mío…lo que a veces no encuentro es el alma .. que se me pierde en tanto vericueto, en tanta curva y que a veces.. cómo los locos..ve cosas dónde no hay.. libros que ya no existen, recuerdos de infancia.. fotos .

Y mientras, de lo más alegre , contemplo satisfecha mi nuevo destino con los ojos de la razón , aferro , desesperada, a mi almita, para que no se me escape, para que no salga volando a un viejo lugar de los tantos que habité, para que se quede conmigo y sea feliz.