Ah, los baños, los baños deliciosos.
Los baños del primer mundo son realmente algo especial. Una experiencia inolvidable, una inyección de placer directa a las venas del subdesarrollo.
Estos baños son el resumen de todos mis sueños de comodidad y placer en la vida.
Estos baños, estos baños, ah. Me encanta descubrir nuevos mecanismos cada vez mas sofisticados, está ese que se descarga sola la taza cuando uno levanta las nalgas, pareciera que sienten los últimos estertores del culo y se aprestaran para la guerra contra la inmundicia humana, hay otros que admiten cualquier cantidad de papel y materias varias y lo desaparecen todo en un par de segundos de lucidez. Y que decir del interruptor para la peste. Eso en Cuba ni imaginarlo. Pensar que hay un ventiladorcito que se encarga de sacar al exterior los olores desagradables para que los próximos inquilinos no tengan que sufrirlos, vaya, es la suma de las maravillas. En Cuba tú haces caca y se entera toda la casa, no hay privacidad cular.
Y los lavamanos, ja, que divertidos, los hay que no funcionan a no ser que les pongas la mano debajo de la pila, los hay que giran en todas direcciones y lo mismo te queman las manos que te las congelan, los hay de rosca, de palanquita, de sensores, en fin, que no termina uno de maravillarse de la propia habilidad para descubrir el intríngulis de cada uno y de que logre uno, al fin, salir con las manos lavadas y secadas por medios igualmente misteriosos y sofisticados.
Y las duchas, que maravilla las duchas.
Y en todos, en todos ellos, hay papel sanitario, jajá.
Puedo decir, sin que me quede nada por dentro, que para una persona como yo, que ha cagado en casi todas las plazas, los baños son una parte importantísima de los motivos que me movieron a abandonar el país.
Los baños de Cuba son sencillamente indescriptibles. No me atrevería a gastar palabras en esa tarea y mucho menos hablar sobre las pobres viejas estafadoras que se sientan a la entrada de los baños de restaurantes y cafeterías y que se ganan la vida cobrando por un pedacito de papel que más que secar, avergüenza.
Ah, estos baños, estos baños deliciosos.
ya ves la pedazo de Federica que he encontrado!! Todavia no salgo de mi asombro… si eres gay es porque te quitaron la merienda en el cole…. toma teoría!
si, en España no hace tanto eran bastante asquerositos TO-DOS. De hecho, aun hoy, no conozco a ninguna española que se siente en uno público (o que siquiera toque las paredes…). Born natural contorsionistas!
De todos modos los baños excesivamente diseñosos me incomodan… nunca se si he hecho lo que debia en el recipiente adecuado…
Bueno, los baños en España han mejorado muchísimo en los últimos tiempos.
Cuando yo era pequeña, aún había de esos que son un agujero en el suelo (todavía me da asco acordarme)
Y el papel higiénico… ahora se ve en la mayoría de los sitios, pero hace no tantos años, tu madre te enseñaba que había que llevarse un paquete de «kleenex» a cualquier baño público.
Te vi en el blog de Dublín y pasé a saludarte.
Este escrito de los baños es muy curioso y divertido, quizá algún día todas esas tareas cropológicas se hagan de forma automática e incluso te adivinen la hora y la dimensión. Quién sabe…
Un saludo y te invito muy cordialmente a mi casa en la red.
PD: el escrito del amor muerto también está muy bueno.
Gracias, Alejandro, por visitarme y por tu favorable opinión, me alegro que te haya gustado. Visité tu sitio y me encantan tus cuentos cortos, son muy ingeniosos, la verdad.El de Moisés esta divino y el de la paloma mensajera. Seguiré leyéndote asiduamente. Gracias.
Supongo que aquí en España, cuando decimos que «aquí no entres, que da asco», no es equiparable ni lo más mínimo con el caso de Cuba.
En fin, que estamos demasiado «bien» acostumbrados.
Y que decir de la cantidad de «restrooms» (como le dicen aqui) que hay en todas partes? Lo mismo en una tienda de ropas, un mercado,un cine, una cafeteria, en cualquier edificio, sea un hospital, unas oficinas, en fin, donde quiera puedes encontrar esos serivicios publicos con varios banos disponibles, muchos de ellos adaptados para uso de los minusvalidos.
Es algo maravilloso!